El ajo, la cebolla, el puerro, la cebolleta y cebollín, pertenecen a la familia ‘Allium’. El ajo es originario de Asia Central y lleva en uso más de 5.000 años. En Egipto, el ajo se administraba a los esclavos para aumentar y reforzar su resistencia. Durante la época de los romanos y griegos el ajo se administraba a los soldados antes de la guerra. En torno al siglo VI a.c en China e India ya era utilizado con fines terapéuticos.
Propiedades del ajo
Antioxidantes: Tienes altos niveles de dos poderosos antioxidantes como son la quercetina y el selenio.
Previene el cáncer: El ajo bloquea la capacidad que los agentes carcinógenos tienen de mutar a células malignas.
Descongestionante: ataca la mucosidad en las vías respiratorias, por lo que es bueno para el asma y la eliminación de flemas.
Limpia las arterias: Tiene la capacitad de disminuir el colesterol LDL y los triglicéridos.
Contra la arteriosclerosis: dificulta el depósito de grasas en los vasos sanguíneos.
Antibiótico: estimula el sistema inmunológico.
Anticoagulantes de la sangre.
Tónico: Tiene un efecto positivo en el corazón.
Antiparasitario: Se deshace de los parásitos del colon.
Purificador de la sangre: Estimula el sistema linfático.
Control de la glucosa: controla la tolerancia a la glucosa, con lo cual beneficia a las personas que sufren de hiper/hipoglucemia, diabetes tipo II u obesidad.
Hinchazón: reduce la hinchazón y hemorroides.
Antihipertensos: El departamento japonés de alimentos y farmacología utiliza el ajo en el tratamiento oficial contra la presión arterial alta.
Anti-inflamatorios: Reduce la inflamación con lo cual es útil contra cualquier tipo de la artritis.
El sabor del ajo es agrio y no es recomendable para personas que carecen de concentración o durante los exámenes. El ajo también controla la acción de putrefacción de los productos de origen animal y es muy bueno después de ingerir comidas pesadas.
El ajo cura el resfriado, la fiebre, escalofríos. Se debe utilizar en té o infusiones.
El ajo facilita el metabolismo de las proteínas.
Valores nutricionales
El ajo es un excelente fuente de manganeso que tiene un efecto sobre los niveles de HDL del colesterol. Es rico en vitaminas B6 , C, B1 y calcio, selenio, fósforo y azufre.
Como usar el ajo
Las personas con problemas de estómago pueden encontrar el ajo muy irritante. Si es así, es mejor eliminarlo de la dieta o bien cocinarlo para reducir su sabor picante.
A algunos niños les resulta demasiado estimulante o excitante por lo que se debe utilizar con moderación; mejor en rodajas o poniéndolo entre las rebanadas de manzana.
Para obtener el mejor beneficio de sus propiedades es mejor comerlo crudo. Se debe de elegir el ajo que tiene dientes firmes y duros y conservarlo fresco en un lugar oscuro, aireado alejado del sol o calor – o de lo contario perderá sus propiedades químicas.
Para pelarlo fácilmente es recomendable aplicar una suave presión sobre la tabla de cortar y las capas saldrán fácilmente. Al cortarlo o aplastarlo se inicia una producción de enzimas que es beneficioso para nosotros.
Todos los alimentos de color blanco tienen una propiedad anti-inflamatoria por lo que todos los miembros de la familia allium son poderosos antiinflamatorios:
CEBOLLA - Baja la presión arterial y el colesterol, reduce la inflamación en nariz y garganta, combate la disentería y detiene las reacciones alérgicas. También ayuda erradicar la tos.
CEBOLLIN- beneficioso para los riñones, el hígado y el estómago. Ayuda a reducir la inflamación y por tanto a combatir la artritis y la incontinencia urinaria.
PUERROS - Tiene un sabor amargo y astringente por lo tanto beneficia el hígado y previene la diarrea.
CEBOLLETAS - Tiene un sabor amargo y son buenas para los dolores de pecho y corazón.
Inflamación
La inflamación es parte de la respuesta del sistema inmunológico a lesiones o infecciones. Una tercera parte de nuestro sistema inmunitario se encuentra en el tracto gastrointestinal. Por lo tanto, para combatir la inflamación, se requiere que el tracto gastrointestinal esté sano. Es necesario mas fibra y menos antibióticos -que dañan la flora sana intestinal y el estómago- favorecen la eliminación de alergias e intolerancias y ayudan a reforzar el sistema inmunológico.
Aunque la inflamación produzca síntomas que afectan el bienestar del enfermo, es una parte necesaria del proceso de curación. La inflamación ya era conocida en tiempos de los griegos y romanos. De hecho, para los griegos su nombre estaba asociado al fuego interno. Los romanos fueron los primeros que lo asociaron al enrojecimiento; calor, hinchazón y dolor (sus cuatro síntomas).
La inflamación puede ocurrir:
- Como resultado del exceso de calor - crea enrojecimiento o hinchazón.
- Insuficiencia de agua - orina oscura.
- Relación entre las prostaglandinas inflamatorios y anti inflamatorios - Omega 3 versus omega 6.
- Desequilibrios en el estómago - causa sobrecalentamiento, apetito excesivo, sensación de ardor, mal aliento y el estreñimiento, que a su vez pueden derivar en úlceras en el duodeno, el estómago y la boca.
- Los postres hechos con productos refinados (no integrales) - producen diabetes tipo II, hipoglicemia y obesidad.
Una vez que esta acción (inflamación) se desencadena de forma automática, desata una serie de productos químicos, anti inflamatorios, que reducen el nivel de inflamación, reparan y restauran el estado natural del cuerpo. Las respuestas inflamatorias y anti-inflamatorias son esenciales para la salud del cuerpo. Es decir, si te cortas y la respuesta inflamatoria no se activa, uno se puede desangrar y/o causar daño a nuestros tejidos.
Los alimentos pueden desencadenar estos procesos antiinflamatorios sin que sea necesario tomar medicinas. Se cree que la inflamación crónica está causada por una dieta mala.
Las prácticas erróneas de alimentos pueden ser responsables de acné, asma, prostatitis crónica, hipersensibilidad, enfermedades inflamatorias intestinales y la artritis.
La inflamación crónica está causada por:
- El estrés - que produce un exceso de cortisol que aumenta inflamación.
- La falta de sueño - obliga al cuerpo a liberar cortisol.
- El exceso de grasa, azúcar, proteínas, toxinas, alimentos procesados y cafeína.
- Desequilibrio de la flora intestinal sana en el colon y el tracto gastrointestinal.
- Las toxinas procedentes de alimentos, agua y del medio ambiente.
- Alergias e intolerancias alimentarias- que debilitan el sistema inmunológico.
- Obesidad - los tejidos grasos en el cuerpo segregan hormonas que regulan el sistema inmunológico. Recientemente se ha asociado la obesidad a la osteoartritis.
- Deshidratación - acelera la inflamación en el cuerpo.
¿QUÉ HACER?
El primer paso que se debe hacer es eliminar las prácticas o estilo de vida que promueven la inflamación. Segundo la comida que favorece u ocasiona la inflamación crónica. En tercer lugar, introducir los alimentos que aumentan la capacidad del cuerpo para producir una respuesta anti inflamatoria.
a) Eliminar el estrés
1. Ejercicio y los cambios en las prácticas u hábitos de trabajo.
2. Practique aficiones y actividades deportivas que le gustan.
3. Yoga, meditación, tai chi, son herramientas útiles que nos ayudan a reducir el miedo, las excesivas descargas emocionales y la ansiedad.
b) Eliminar los alimentos que estimulan la inflamación
1. Azúcar de todo tipo.
2. Alimentos procesados o refinados – arroz y pan de harina blanca. Merienda: evitar bollería.
3. Comidas rápidas, frituras.
4. Exceso de carne roja y grasa.
5. Grasa hidrogenada, grasas saturadas de los alimentos como margarinas, pastas, aceites vegetales y de girasol – lean siempre la etiqueta!!!.
6. Soda y bebidas gaseosas, la cafeína y el alcohol.
c) Introduzca alimentos antiinflamatorios en la dieta
1. Frutas y verduras frescas - verduras de hoja verde y multicolor (colores fuertes rojos, verdes, amarillos, azules).
2. Principalmente pescado graso como la caballa, las sardinas, las anchoas.
3. Aceite de oliva de buena calidad.
4. Té verde.
5. Carnes blancas de aves de corral orgánica (o ecológica) o de animales alimentados con pasto (ecológico).
6. Semillas y legumbres.
7. Especias y hierbas como el ajo, el romero, jengibre y cúrcuma.
Alimentos se recomiendan
- Brócoli- rica en vitamina C, calcio, antioxidantes – preparar al vapor ligeramente.
- Nueces- son ricas en ácidos grasos omega.
- Cebolla y el ajo- son ricos en el antioxidante quercetina.
- Pepino-es rico en silicio y clorofila.
- Otros alimentos útiles son la cebada, zanahoria, col china, patatas, espinacas, regaliz, plátano, calabaza y quinoa.
Nota: Recuerde que las patatas y espinacas no se debe utilizar si la inflamación se manifiesta en forma de artritis!.
Un saludo,
Francesco Polito
Bibliografía
http://www.soul-guidance.com/health/garlic.htm
http://www.whfoods.com/genpage.php?tname=foodspice&dbid=60
http://pals2u.tripod.com/id37.html
http://www.aboutinflammation.com/foodsthatcauseinflammation.html
http://www.intent.com/blog/2009/03/10/top-10-foods-prevent-inflammation-your-body
http://thedetoxspecialist.com/blog/detox/how-a-detox-diet-can-drive-inflammation-out-of-your-body
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